Lo habitual en estos tiempos es que las personas contraten un seguro de decesos para hacer frente a los gastos de la muerte de un familiar y no tener que llevar a cabo los trámites realizados. Son los encargados de la póliza los que se ponen en contacto con los servicios funerarios en Badajoz cuando se produce una muerte, facilitando así este trámite a los familiares.
Con el dinero que se ha abonado a lo largo de los años a favor de este seguro se cubren todos los gastos del deceso: ataúd, entierro o incineración, adornos florales e incluso traslados hasta la ciudad en la que se vaya a celebrar el funeral en el caso de que el fallecimiento se produzca fuera.
Si una persona fallece sin seguro serán los herederos quienes tengan que hacer frente a todos los gastos derivados del deceso.
Lo primero, si la persona ha fallecido en casa, lo primero que hay que hacer es avisar a un médico para que certifique la muerte de la persona. Si la muerte se produce en una clínica o un hospital, será la institución la que certifique el fallecimiento.
Tras este trámite hemos de contactar con una empresa de servicios funerarios, que será la encargada de preparar el cadáver para el velatorio y el posterior entierro o cremación. Tras un fallecimiento hay que hacer mucho papeleo: desde las actas de defunción en el registro hasta la notificación a los bancos y la elección del ataúd o la urna funeraria. También habrá que hacer frente a unos cargos elevados ya que, aunque hay tarifas especiales, la preparación de los funerales suelen ser un imprevisto en familias que no disponen de mucha solvencia. Las gestiones administrativas y económicas en este caso suelen ser arduas, por lo que lo ideal es delegar en un familiar o amigo de confianza para que realice todos los trámites.
